LAS FIESTAS DE LA VIRGEN
Como fiestas de la Virgen celebramos la Natividad de la Virgen María el 8 de septiembre (fecha de comienzo del año litúrgico en la liturgia bizantina) y la Visitación (el 31 de mayo). Ambos son acontecimientos en la vida de la Virgen que la Iglesia celebra como fiestas.

Sólo celebramos el nacimiento de dos santos: la Virgen y San Juan Bautista, ambos estrechamente relacionados con Cristo. Ese día de la Natividad es la aurora, así como la Asunción es el triunfo final. La Iglesia ve en el nacimiento de la Virgen el comienzo de la salvación universal. Esta fecha del 8 de septiembre fue la que condicionó la de la Inmaculada, nueve meses antes ya que nueve meses antes de su Natividad sería su Concepción Inmaculada.

La MC dice de esta fiesta que "la liturgia recuerda a la Santísima Virgen que, llevando en su seno al Hijo, va a casa de Isabel para ofrecerle la ayuda de su caridad y proclamar la misericordia de Dios Salvador" (MC 7). María aparece como portadora de Cristo. La actitud de alegría y alabanza hace exclamar a María su canto del Magnificat.